Respuesta:
Hace miles de años, en una región fértil y abundante, un grupo de nómadas se encontraba buscando alimento y refugio. Cansados de depender exclusivamente de la caza y la recolección, comenzaron a observar las plantas y los animales que los rodeaban con mayor atención. Un día, uno de los miembros del grupo notó algo sorprendente: las semillas que caían al suelo de manera accidental comenzaban a germinar y crecer en nuevas plantas.
Intrigados por este descubrimiento, decidieron experimentar con la tierra, sembrando semillas deliberadamente. Con el paso del tiempo, observaron cómo estas semillas germinaban y daban lugar a nuevas plantas comestibles. Emocionados por este hallazgo, el grupo se dedicó a cuidar y proteger estas plantas, descubriendo así el proceso de la agricultura.
A medida que perfeccionaban sus técnicas, aprendieron a seleccionar las semillas más fuertes y productivas para futuras siembras. Descubrieron también la importancia del riego, el cuidado del suelo y el ciclo de las estaciones. Con el tiempo, este grupo nómada se asentó en un lugar, dando origen a la primera comunidad agrícola.
El descubrimiento de la agricultura cambió para siempre la forma en que vivían las personas. Les permitió establecerse en un solo lugar, cultivar alimentos de manera controlada y crear excedentes que podían almacenar para tiempos difíciles. Este hito marcó el inicio de la civilización tal como la conocemos hoy en día.
La historia del descubrimiento de la agricultura es un testimonio del ingenio humano y su habilidad para adaptarse al entorno. A través de la observación, experimentación y paciencia, nuestros ancestros lograron un avance fundamental que ha moldeado la historia de la humanidad hasta el día de hoy.
Explicación:
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