Explicación:
Título: Conversación en el Umbral
La Muerte: Buenas noches, ¿puedo pasar?
El Violonchelista: Adelante, aunque no esperaba compañía. ¿A qué debo el honor?
La Muerte: He venido por ti. Tu tiempo ha llegado, pero parece que has seguido tocando tu música sin parar.
El Violonchelista: La música es lo único que tengo. ¿Podrías darme un momento más? Solo una última pieza.
La Muerte: Has tenido muchos momentos. Es curioso que el arte siempre busque alargar lo inevitable. ¿Por qué una última pieza?
El Violonchelista: Porque es en la música donde encuentro sentido. Cada nota es un pedazo de mi alma.
La Muerte: Lo entiendo. Muchos han dicho lo mismo, pero no puedo cambiar lo que está escrito. Sin embargo, puedo escuchar mientras tocas.
El Violonchelista: ¿De verdad? No esperaba eso de ti.
La Muerte: También tengo mis debilidades. La música es una de ellas. Toca, y déjame sentir lo que tanto amas.
El Violonchelista: Muy bien, esta será para ti. Espero que encuentres en ella lo que yo he encontrado.
La Muerte: Estoy lista.
El violonchelista comenzó a tocar, y las notas llenaron la habitación con una melancolía dulce. La Muerte, por un momento, olvidó su tarea, y ambos quedaron inmersos en la belleza efímera de la música.
El Violonchelista: Gracias por permitirme esto. Ahora, estoy listo.
La Muerte: Gracias a ti por el regalo. Vamos, tu tiempo ha llegado, pero llevas contigo la eternidad de tu música.