Explicación:
A la hora de cocinar, una persona pragmática elabora una comida a partir de los alimentos que hay en la despensa, incluso si tiene que desobedecer o reinventar la receta, en lugar de seguirla al pie de la letra o llegar a descartarla si le faltan ingredientes
Respuesta:
Explicación:
Un ejemplo clásico de pragmatismo se puede encontrar en el ámbito político. Supongamos que un político tiene una serie de principios sólidos que son fundamentales para su plataforma política, como la igualdad de oportunidades, la justicia social y la libertad individual. Sin embargo, durante una elección, se enfrenta a una situación en la que tiene que tomar una decisión estratégica para ganar más votos y, en última instancia, ser elegido.
En lugar de aferrarse rígidamente a sus principios, el político pragmático evalúa la situación y decide tomar una posición que, aunque no esté completamente alineada con sus principios, aumentará sus posibilidades de ganar la elección. Esto podría implicar hacer concesiones en ciertos temas controvertidos o ajustar su retórica para atraer a un grupo específico de votantes.
El político pragmático reconoce que, en el mundo real, a menudo es necesario comprometerse y adaptarse para lograr resultados concretos. Aunque puede haber una tensión entre sus principios y las decisiones pragmáticas que toma, prioriza la efectividad y el logro de sus objetivos a corto plazo. Este enfoque pragmático puede ser criticado por algunos como oportunista, pero se justifica en función de los resultados concretos que puede producir.