En música, el término "progresión" se refiere a una secuencia de acordes que se suceden en una secuencia armónica específica dentro de una pieza musical. Una progresión armónica es la sucesión de acordes que se utilizan para acompañar una melodía o una línea vocal, y generalmente sigue un patrón predefinido que proporciona una sensación de movimiento y dirección tonal.
Una progresión armónica puede ser clasificada como progresiva si presenta una secuencia de acordes que genera una sensación de tensión y resolución, generalmente moviéndose hacia acordes que están armónicamente relacionados entre sí. La progresión armónica progresiva puede crear una sensación de desarrollo o cambio en la música, llevando al oyente a través de diferentes estados emocionales o atmosféricos.
La progresión armónica progresiva puede ser una característica común en diversos estilos musicales, como el jazz, el rock, el pop y la música clásica. Ejemplos de progresiones armónicas progresivas pueden incluir movimientos como el ciclo de quintas, el uso de acordes dominantes que conducen a la tónica, o la utilización de acordes modales que crean una sensación de ambigüedad tonal antes de resolver en una tonalidad estable.