El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) de Argentina juega un papel crucial en la seguridad alimentaria y la salud pública. Los controles estrictos que realiza antes, durante y después del faenamiento y la elaboración de alimentos de origen animal son fundamentales por varias razones:
Prevención de Enfermedades: Los controles sanitarios ayudan a prevenir la transmisión de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que pueden ser transmitidas de los animales a los humanos, como la brucelosis, la tuberculosis bovina y la fiebre aftosa.
Seguridad Alimentaria: Aseguran que los alimentos que llegan al consumidor no contengan patógenos, contaminantes o residuos de medicamentos que puedan causar enfermedades.
Garantía de Calidad: Los controles garantizan que los productos de origen animal cumplan con los estándares de calidad establecidos, lo que es vital para la confianza del consumidor y la competitividad del mercado.
Frescura y Nutrición: Aseguran que los productos sean frescos y mantengan sus propiedades nutricionales, ofreciendo alimentos seguros y nutritivos a la población.
Acceso a Mercados Internacionales: Cumplir con los estándares internacionales de sanidad y calidad es esencial para que los productos de origen animal puedan ser exportados. Los mercados extranjeros exigen garantías de que los productos importados son seguros.
Competitividad: La reputación de un país como productor de alimentos seguros y de alta calidad puede mejorar su posición competitiva en el mercado global.
Gestión de Residuos: Asegura que los residuos del faenamiento y la elaboración de alimentos sean manejados de manera adecuada para evitar la contaminación del medio ambiente.
Uso Responsable de Antibióticos: Controla el uso de antibióticos y otros medicamentos en animales para evitar el desarrollo de resistencias bacterianas que puedan afectar tanto a la salud animal como a la humana.
Condiciones Humanitarias: Los controles garantizan que los animales sean tratados humanitariamente antes y durante el faenamiento, conforme a las normativas de bienestar animal.
Transparencia y Trazabilidad: Los consumidores confían más en los productos que tienen un control riguroso y pueden ser trazados desde su origen hasta el punto de venta.
Responsabilidad Social: Asegura que las prácticas de producción y procesamiento sean responsables y éticas, lo que es cada vez más valorado por los consumidores.
