Explicación:
Había una vez un viajero que decidió aventurarse a ver qué se halla más allá de las montañas. En su camino, se encontró con un río donde había un puente de madera. Al acercarse, vio que la valla del puente estaba rota, pero decidió cruzar de todos modos. Al llegar al otro lado, se encontró con un anciano que le dijo: "Vaya con cuidado, allá donde el camino es más peligroso". El viajero asintió agradecido y continuó su camino. De repente, tropezó con una piedra y cayó al suelo, pero se levantó rápidamente. Él sabía que debía seguir adelante, sin importar los obstáculos que se le presentaran. Al final del día, el sol se ocultó tras las montañas y el viajero se detuvo a descansar. Se sentó en silencio y en ese momento, la naturaleza calló a su alrededor, brindándole paz y serenidad.