Respuesta :

El primer debate político entre ideas monárquicas y puntos de vista opuestos se remonta a las antiguas Grecia y Roma, donde filósofos como Platón, Aristóteles y Cicerón discutieron los méritos de diferentes formas de gobierno, incluida la monarquía. Sin embargo, un ejemplo notable de un debate moderno temprano entre ideas monárquicas y puntos de vista opuestos es la controversia entre el derecho divino de los reyes y la teoría del contrato social en el siglo XVII. El Derecho Divino de los Reyes, defendido por monarcas como el rey Jaime I de Inglaterra, sostenía que los reyes eran nombrados por Dios y respondían únicamente ante Él. Esta doctrina fue cuestionada por pensadores como John Locke, quien argumentó que el poder político reside en el pueblo, quien lo delega en sus gobernantes a través del contrato social. Las ideas de Locke influyeron en el desarrollo de la democracia liberal y la limitación del poder monárquico, como se vio en la Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra y las Revoluciones Americana y Francesa a finales del siglo XVIII. Estos debates sentaron las bases para las discusiones modernas sobre el papel del gobierno, los derechos individuales y el equilibrio de poder entre gobernantes y ciudadanos.

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