Respuesta :

Verdadero. Aunque a menudo se asocia el frío con el resfriado común y la gripe, la relación no es tan directa como se creía inicialmente. Aquí está la explicación:

Mucosa nasal y virus: La mucosa de la nariz se seca y se vuelve más frágil en bajas temperaturas. Esto afecta su función como barrera para la entrada de virus como los rinovirus, adenovirus y algunos tipos de coronavirus (diferentes al SARS-CoV-2 que causa la COVID-19) y el virus de la influenza (gripe).

Resistencia viral: Los virus tienen una cubierta lipídica que se vuelve más resistente en condiciones frías. Esto puede hacer que los virus sean más duraderos y capaces de propagarse.

Hipotermia y sistema inmunológico: La hipotermia (descenso de la temperatura corporal) también afecta el sistema inmunológico. La proteína predominante en la mucosa nasal, la inmunoglobulina A, funciona peor cuando la nariz es más frágil y los virus son más resistentes. Además, el sistema inmunológico en sí mismo puede debilitarse.

Espacios cerrados y propagación: En invierno, pasamos más tiempo en espacios cerrados con otras personas. Esto favorece la circulación de los virus respiratorios que se propagan de persona a persona. Las medidas de higiene adoptadas para frenar la COVID-19 también ayudan a prevenir los resfriados y la gripe, ya que se transmiten de manera similar.