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La adaptación es un proceso fundamental en la biología y en otros ámbitos. Se refiere al ajuste que los organismos, sistemas o entidades realizan para responder a un entorno cambiante. A través de la adaptación, los seres vivos y las estructuras sociales pueden sobrevivir y prosperar en condiciones cambiantes.

Existen tres tipos principales de adaptación biológica.

Explicación:

Adaptación morfológica (o estructural):

Implica cambios en la anatomía corporal y la apariencia de un organismo.

Ejemplos incluyen el desarrollo de ventosas o garras trepadoras, alas para volar, aletas para nadar o patas especializadas para saltar.

Adaptación fisiológica (o funcional):

Se relaciona con los órganos y el funcionamiento interno del cuerpo.

Ejemplos pueden ser mecanismos de supervivencia, como el camuflaje natural de ciertos insectos o el mimetismo de pulpos y camaleones para pasar desapercibidos.

Adaptación etológica (de comportamiento):

Está vinculada a la conducta y los hábitos del ser viviente.

Ejemplos incluyen patrones de caza, migración, construcción de nidos y rituales de apareamiento.