Respuesta:
Antes de la revolución de 1959, Cuba era una sociedad con marcadas desigualdades económicas y sociales. La economía se basaba principalmente en la producción de azúcar, tabaco y café, pero la riqueza generada se concentraba en manos de unos pocos1. La mayoría de la población sufría de pobreza y condiciones laborales precarias1. Políticamente, el país estaba bajo la dictadura de Fulgencio Batista, quien llegó al poder en 1952 mediante un golpe de estado y cuyo régimen se caracterizó por la corrupción, la represión y la violación de los derechos humanos1.
La revolución fue apoyada por la mayoría de la población debido a varios factores. Uno de los principales fue el descontento con la corrupción y los privilegios concedidos a una pequeña élite durante la dictadura de Batista2. Además, había un rechazo popular a las intervenciones directas e indirectas de Estados Unidos en Cuba, que se incrementó debido a las políticas proestadounidenses de Batista2. La figura carismática de Fidel Castro y su discurso revolucionario también resonaron en la población, lo que llevó a un aumento en la adhesión a la causa revolucionaria3.
