Respuesta :


1. En el sistema penal inquisitorio, el juez lidera la investigación.
2. El acusado tiene la carga de la prueba para demostrar su inocencia.
3. Los procesos son secretos y hay poca contradicción entre las partes.
4. Hay menos oralidad y publicidad en los procedimientos.
5. En contraste, en el sistema penal acusatorio, el juez actúa como árbitro imparcial, la carga de la prueba recae en la acusación, hay transparencia en la investigación, igualdad de condiciones entre las partes y un enfoque más oral y público en los juicios.

Sistema Penal Inquisitorio:

Concentración de funciones: En el sistema inquisitorio, el juez tiene un rol central y acumula las funciones de investigar, acusar y juzgar. Esto significa que el juez no solo dicta sentencia, sino que también se encarga de reunir las pruebas y dirigir la investigación.

Proceso escrito: La mayor parte del proceso se lleva a cabo mediante la presentación de documentos escritos. Los testimonios y pruebas se recogen por escrito y la comunicación entre las partes y el juez también se realiza de esta manera, lo que puede hacer el proceso más lento y menos transparente.

Secreto de las actuaciones: La investigación se realiza de manera secreta, sin la participación activa del acusado ni su defensa. El acusado puede desconocer las pruebas y los argumentos en su contra hasta que el proceso esté bastante avanzado.

Menor protección de derechos del acusado: Debido a la centralización de funciones en el juez y el carácter secreto del proceso, los derechos del acusado, como el derecho a una defensa adecuada y a la presunción de inocencia, pueden estar menos protegidos.

Menor participación de las partes: Las partes (acusación y defensa) tienen un papel más pasivo. La defensa del acusado es limitada y tiene menos oportunidades de intervenir activamente en la fase de investigación.

Sistema Penal Acusatorio:

Separación de funciones: En el sistema acusatorio, las funciones de investigar, acusar y juzgar están claramente separadas. El fiscal es responsable de la investigación y la acusación, mientras que el juez se encarga exclusivamente de juzgar y dictar sentencia, asegurando imparcialidad.

Proceso oral y público: El proceso es predominantemente oral y se lleva a cabo en audiencias públicas. Esto permite mayor transparencia y facilita el control de la legalidad y la equidad del proceso por parte de la sociedad.

Publicidad de las actuaciones: Las actuaciones judiciales son públicas, lo que garantiza que tanto el acusado como su defensa tengan pleno conocimiento de las pruebas y argumentos en su contra desde el principio del proceso. Esto facilita una defensa efectiva y un juicio justo.

Mayor protección de derechos del acusado: El sistema acusatorio enfatiza la protección de los derechos del acusado, incluyendo el derecho a una defensa adecuada, a la presunción de inocencia, y a un juicio justo y público. Las garantías procesales están mejor aseguradas.

Participación activa de las partes: Tanto la acusación como la defensa tienen roles activos durante todo el proceso. La defensa puede presentar pruebas, interrogar testigos y contrainterrogar a los testigos de la acusación, lo que fomenta un equilibrio entre las partes y un juicio más equitativo.