Respuesta:
La leyenda de La Cuyancúa narra la presencia de una criatura mítica al norte de Izalco, cuyos chillidos tenebrosos y movimientos subterráneos causaban temor entre los lugareños. Se dice que se arrastraba por las orillas de ríos y quebradas, desapareciendo y reapareciendo en diferentes lugares, incluso en municipios vecinos. Se le atribuían la formación de nacimientos de agua y su presencia se asociaba con la llegada de la lluvia. Algunos afirman haberla visto cerca del balneario Atecozol, con relatos de encuentros que causaban desmayos y pérdida del habla. Se recomendaba adoptar una actitud pacífica y encomendarse a Dios al encontrarse con ella.
Explicación: