Respuesta :

Explicación:

Cuento: «Amigos por el viento»,

A veces, la vida se comporta como un viento: desordena y arrasa. Algo susurra pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta lo que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.

Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojo con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. El cielo se mueve mas rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresara la calma.

Así ocurrió el día que se papá se fue de casa. La vida se nos transformó en vientocasi sin dar aviso. Yo recuerdo la puerta que se cerró detras de su sombra y sus valijas.

También puedo recordar la ropa reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio.

Le dije a Ricardo que viniera con su hijo. ¿Qué te parece?

Me parece bien - mentí.

Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:

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