Respuesta:
"Que la luz divina ilumine nuestros corazones y nos guíe hacia la comprensión y el amor mutuo, para que podamos reconocer la dignidad sagrada de cada ser humano, sin importar su raza, color o procedencia. Que aprendamos a ver en el rostro del otro la imagen de Dios y a tratar a todos con respeto, compasión y justicia, superando así las barreras del racismo que dividen y hieren. Que nuestras acciones estén guiadas por el principio de igualdad, trabajando juntos para construir un mundo donde el racismo sea erradicado, donde se celebre la diversidad y se promueva la unidad en la humanidad. Que nuestras palabras y nuestras acciones sean siempre un reflejo del amor divino que une a todas las personas como hermanos y hermanas en la familia de Dios, Amén."
