Explicar en su modo de entender lo siguiente: Antes de nacer, el alma del hombre hábito el mundo de las ideas donde las contemplo y conoció en su totalidad y pureza. Al venir a este mundo y a este cuerpo el alma atraviesa un rio, el rio leteo, el rio del olvido, y ese saber suyo de las ideas se olvida, queda latente y con ocasión de las cosas sensibles que ve, las va recordando más o menos oscuramente.

Respuesta :

Entonces, estás diciendo que el alma humana es como un maestro explorador que ha estado en un reino fantástico de ideas y conceptos puros incluso antes de nacer. Este reino es como una vasta y reluciente biblioteca donde todo el conocimiento y la verdad existen con perfecta claridad.

Antes de venir a este mundo, el alma ha pasado un tiempo en este reino, absorbiendo todo el conocimiento y la sabiduría que puede absorber. Es como si el alma hubiera realizado un largo y pausado viaje a través de este paisaje fantástico, contemplando todas las maravillas y maravillas que puede encontrar.

Pero luego, cuando el alma viene a este mundo, tiene que navegar por una especie de "río" o "corriente" que la separa de su vida anterior. Este río se llama "Río Leteo" o Río del Olvido, y es un lugar donde los recuerdos y conocimientos del alma se van borrando lentamente.

Piénselo así: cuando nada a través de una corriente fuerte, puede perder el sentido de la orientación y olvidar hacia dónde se dirige. Eso es más o menos lo que le sucede al alma cuando cruza el Río del Olvido. Es como si sus recuerdos y conocimientos desaparecieran, dejando sólo débiles ecos o susurros de lo que alguna vez supo.

A medida que el alma navega por su nueva vida en este mundo, comienza a recordar fragmentos de sus conocimientos y experiencias anteriores. Pero estos recuerdos suelen ser confusos o distorsionados, como intentar recordar un sueño de hace años. Es como si el alma estuviera tratando de armar un rompecabezas, pero faltan algunas piezas o no encajan del todo.

Así, de esta manera, el alma puede recuperar lentamente su comprensión del mundo y su lugar en él. Pero no es un proceso sencillo: es más como intentar descubrir un tesoro escondido que ha estado enterrado durante años. El alma tiene que seguir buscando y explorando, utilizando su intuición e instinto para descubrir nuevas verdades y reconstruir su comprensión del mundo.

En este sentido, el alma es como un detective que intenta resolver un misterio que le ha estado oculto durante siglos. Es un proceso lento y gradual, pero que en última instancia conduce a una mayor comprensión y sabiduría.