La forma farmacéutica y el método de administración de un medicamento afectan significativamente su efecto terapéutico. Estos factores influyen en la absorción, inicio de acción, duración del efecto, distribución en el cuerpo, efectos secundarios, y cumplimiento del paciente. La elección correcta de la forma y administración es crucial para maximizar la eficacia y minimizar los riesgos del tratamiento.