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Respuesta: La planificación integral en la educación inicial y preprimaria es un proceso fundamental para organizar y estructurar las actividades educativas de manera coherente y secuencial, adaptándose a las necesidades y al contexto de los niños. Esta planificación estratégica permite a los educadores anticipar y organizar las acciones de enseñanza, optimizando así el proceso de aprendizaje.

Algunas orientaciones para elaborar una planificación integral en la educación inicial y preprimaria incluyen:

Reflexionar sobre el sentido de la planificación: Es importante comprender el propósito y las características de la planificación en el contexto de la educación inicial. Esto implica definir los objetivos pedagógicos y los contenidos curriculares que se desean abordar.

Considerar los niveles de concreción curricular: La planificación debe tener en cuenta los diferentes niveles de concreción curricular, es decir, a partir de la propuesta curricular nacional y adaptarla a las necesidades y características de los niños en el contexto específico.

Organizar las actividades de manera secuencial y cronológica: La planificación implica organizar las actividades de forma secuencial y cronológica, teniendo en cuenta el inicio, desarrollo y cierre de cada una de ellas. Esto permite establecer una estructura clara y coherente para el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Adaptar la planificación al contexto ya las necesidades de los niños: Es importante considerar el contexto en el que se desarrolla la experiencia de aprendizaje, así como las características y necesidades de los niños. Esto permitirá diseñar actividades educativas adaptadas y significativas.

Ser flexible y dinámico en la planificación: La planificación no es estática, sino que debe ser flexible y adaptable a medida que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es necesario estar abierto para realizar ajustes y modificaciones en función de la dinámica del aula y las necesidades de los niños.