Respuesta :
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La cuestión de por qué las personas continúan pecando a pesar de la creencia en un ser supremo que desea salvarnos es un tema complejo que ha sido abordado desde diversas perspectivas teológicas, filosóficas y psicológicas. Aquí hay algunas posibles explicaciones:
Libre albedrío: Según muchas creencias religiosas, Dios ha otorgado a los seres humanos libre albedrío, lo que significa que tenemos la capacidad de elegir entre el bien y el mal. A pesar del deseo de Dios de salvarnos, las personas pueden optar por actuar en contra de sus enseñanzas y cometer pecados debido a su libre albedrío.
Imperfección humana: La naturaleza humana es imperfecta y propensa al error. Aunque se busque la salvación y se intente vivir de acuerdo con los principios religiosos, es natural que las personas cometan errores y fallen en ocasiones.
Tentaciones y debilidades: Las tentaciones y las debilidades humanas pueden llevar a las personas a pecar, incluso si desean ser fieles a sus creencias religiosas. La lucha contra las tentaciones y la resistencia a los impulsos pecaminosos pueden ser desafíos constantes en la vida de una persona creyente.
Proceso de aprendizaje y crecimiento espiritual: Para algunas personas, el camino hacia la salvación y la superación del pecado es un proceso continuo de aprendizaje, crecimiento espiritual y redención. A través de la reflexión, la oración y la práctica religiosa, las personas pueden trabajar en su transformación personal y en la búsqueda de una vida más alineada con los principios de su fe.
En resumen, la complejidad de la naturaleza humana, el libre albedrío, las tentaciones y la imperfección son algunos de los factores que pueden influir en por qué las personas continúan pecando a pesar del deseo de salvación y redención por parte de un ser supremo. Cada individuo enfrenta sus propias luchas internas y desafíos en el camino hacia la rectitud y la espiritualidad.
Explicación:
Respuesta:
seguimos pecando por nuestros propios actos porque si el ser humano cambiará todo el mundo sería diferente y dis nos dejaría a todos entrar al paraíso