Había una vez, en un bosque tenebroso, unas brujas llamadas Herminia y Asilvia, que se la pasaban criando pollos para luego hacerles un festín a los humanos del pueblo. Lo que estos no sabían es que esos mágicos pollos pero sabrosos, podrían convertirlos en nahuales por arte de magia. Pero la bruja menor Herminia, quería ir más allá de lo que su hermana hacía. Entonces cuando esta dormía, decidió encantar los pollos con un poco más de maldad. Al dejar los pollos en el pueblo cercano, las personas comenzaron a degustarlos y poco a poco comenzaron a escucharse ruidos extraños. Las brujas se miraban desconcertadas, corrieron al pueblo a ver que sucedía, pero ese pueblo no existía, era una tragedia, las personas no eran personas sino dragones, duendes, conejos, loros, de todo lo que te puedas imaginar. La mayor reconoció esos hechizo y le gritó a su hermana menor que que había echo, y la gente del pueblo al oírlas discutir las atacaron de una manera tan salvaje que de las brujas solo quedaron sus botas viejas y arrugadas, las criaturas asustadas escaparon para diferentes pueblos donde se convirtieron en diferentes leyendas de diferentes historias, los conejos se volvieron los conejos de Alicia, los dragones en cuidadores de princesas en Torres, etc
