En la novela "Las estrellas son negras" de Consuelo Saah Baehr, la nieve se presenta como un elemento simbólico que ofrece rescate a los personajes de diversas maneras:
1. Refugio y protección: La nieve actúa como un refugio natural que protege a los personajes de los elementos adversos y del exterior hostil. En un sentido físico, les proporciona un lugar seguro para resguardarse.
2. Purificación y renovación: Simbólicamente, la nieve puede representar una especie de purificación o renovación para los personajes. Puede ser vista como un elemento que limpia el pasado y permite un nuevo comienzo, especialmente en un contexto emocional o espiritual.
3. Aislamiento y contemplación: La nieve también aísla a los personajes del mundo exterior, lo que les da la oportunidad de reflexionar sobre sus vidas, sus acciones y sus relaciones. Este aislamiento puede llevar a momentos de introspección y crecimiento personal.
4. Transformación del entorno: La presencia de nieve puede transformar el paisaje y con ello los eventos que ocurren en la historia. Este cambio en el entorno puede tener implicaciones simbólicas en el desarrollo de los personajes y la trama.
En resumen, la nieve en "Las estrellas son negras" no solo sirve como un elemento atmosférico o descriptivo, sino que también desempeña un papel crucial en el desarrollo emocional y simbólico de los personajes, proporcionándoles momentos de refugio, introspección y transformación.
