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Durante la era mesolítica, que comenzó alrededor de 10.000 años antes de nuestra era, se produjeron varios cambios tecnológicos significativos que permitieron a los humanos adaptarse mejor al entorno y mejorar su forma de vida. Algunos de estos cambios incluyen:
1. Invención de la agricultura: Durante este período, hubo un cambio importante en la forma en que los humanos obtenían alimentos. En lugar de depender exclusivamente de la caza y la recolección, algunos grupos comenzaron a practicar la agricultura, cultivando plantas como trigo, cebada y legumbres.
2. Desarrollo de la cerámica: En la era mesolítica, los seres humanos comenzaron a fabricar cerámica, lo que les permitió almacenar alimentos de manera más eficiente y cocinarlos de manera más efectiva.
3. Uso de herramientas de piedra pulida: Durante esta época, las herramientas de piedra empezaron a pulirse y afilarse, lo que mejoró su durabilidad y eficacia. Estas herramientas incluían hachas, cuchillos y otros instrumentos de corte.
4. Invención de la navegación: En la era mesolítica, los humanos comenzaron a construir embarcaciones para navegar por ríos y mares. Esto les permitió comerciar con otras comunidades, explorar nuevas tierras y pescar en aguas más profundas.
5. Domesticación de animales: Durante este período, los humanos comenzaron a domesticar animales para obtener carne, leche y otros productos. Esto les proporcionó una fuente constante de alimentos y materiales de construcción.
En resumen, la era mesolítica fue un período de importantes avances tecnológicos que permitieron a los humanos adaptarse mejor a su entorno y mejorar su calidad de vida.
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Se fabricaron trineos, en un principio tirados por hombres y luego por perros, y canoas hechas con pieles o cortezas de árboles. De la corteza del abedul extraían un producto utilizado como cola. Aunque en Europa nunca se abandonaron del todo las cuevas, se construían también chozas de troncos y ramas a orillas de los ríos, en las cuales vivían al aire libre, y de las cuales se conservan pocos vestigios, pero en cuyos emplazamientos se localizan objetos de piedra tallada; tales lugares son conocidos como "talleres de sílex".11 En lugares costeros ricos en pesca y marisco se establecieron los primeros asentamientos permanentes de gran tamaño. La recolección de frutos y raíces se extendió, y aumentó espectacularmente el consumo de caracoles y conchas, como lo demuestran los enormes concheros de la vertiente atlántica europea y los caracoleros de las cuevas pirenaicas. También se comenzó a desarrollar la pesca fuera de la costa, en mar abierto.