Iba yo pidiendo, de puerta en puerta, por el camino de la aldea, cuando tu carro de oro apareció a lo lejos, como un sueño magnífico. Y yo me preguntaba, maravillado, quien sería aquel Rey de reyes. Mis esperanzas volaron hacia el cielo, y pensé que mis días malos se habían acabado. Y me quedé aguardando limosnas espontáneas, tesoros derramados por el polvo. La carroza se paró a mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentí que la felicidad de la vida me había llegado al fin. Y de pronto tú me tendiste tu diestra diciéndome: “¿Puedes darme alguna cosa?”. ¡Ah, qué ocurrencia la de tu realeza! ¡Pedirle a un méndigo! Y yo estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego saqué despacio de mi saco un granito de trigo, y te lo di. Pero qué sorpresa la mía cuando al vaciar por la tarde mi saco en el suelo, encontré un granito de oro en el montón. ¡Qué amargamente lloré de no haber tenido corazón para dártelo todo! (Rabindranath Tagore) q enseñanzas nos deja

Respuesta :

Respuesta:

La historia que compartes, escrita por Rabindranath Tagore, nos deja una valiosa enseñanza sobre la generosidad y la apreciación.

La generosidad inesperada: A veces, las personas menos afortunadas pueden sorprendernos con su generosidad. El mendigo, a pesar de su propia necesidad, compartió un grano de trigo con el rey. La historia nos recuerda que la generosidad no está limitada por la riqueza material.

La verdadera riqueza: El rey, aunque poseía un carro de oro, no pudo reconocer la verdadera riqueza en el gesto del mendigo. El granito de oro que encontró en su saco al final del día simboliza que la verdadera riqueza no siempre es tangible; a veces, reside en las acciones desinteresadas y en la conexión humana.

La importancia de dar de corazón: El mendigo lamenta no haber dado todo su trigo al rey. Esto nos enseña que la verdadera generosidad proviene del corazón y no se mide en términos materiales. A menudo, lo que damos con amor y sinceridad tiene un valor mucho mayor.

En resumen, la historia nos invita a ser conscientes de nuestras acciones, a valorar la generosidad y a reconocer que la verdadera riqueza no siempre se encuentra en lo material.

ESPERO QUE TE SIRVA,UN SALUDO