Respuesta :

Respuesta:

Los gremios artesanales de las ciudades, que florecieron durante la Edad Media y parte de la Edad Moderna, representaron un obstáculo para la expansión del comercio de productos manufacturados por diversas razones:

1. Rigidez en las técnicas de producción:

Los gremios defendían métodos tradicionales de producción, limitando la innovación y la adopción de nuevas tecnologías que podían incrementar la eficiencia y la productividad.

La experimentación y la implementación de mejoras estaban sujetas a la aprobación del gremio, lo que ralentizaba el proceso de adaptación a las nuevas demandas del mercado.

2. Control estricto de la calidad y la cantidad:

Los gremios establecían rigurosos estándares de calidad para los productos, lo cual era positivo para los consumidores, pero también podía limitar la producción y la flexibilidad para atender demandas específicas.

La cantidad de productos que cada artesano podía fabricar estaba regulada, lo que impedía responder a un aumento repentino en la demanda y limitaba el potencial de crecimiento.

3. Restricciones al acceso al oficio:

Para ingresar a un gremio, se exigían requisitos estrictos, como el pago de cuotas, la realización de un aprendizaje extenso y la aprobación de un examen final.

Estas barreras de entrada dificultaban la incorporación de nuevos talentos y limitaban la disponibilidad de mano de obra, lo que podía afectar negativamente la capacidad de producción.

4. Limitaciones en la comercialización:

Los gremios podían tener control sobre la venta de productos, estableciendo precios fijos y restringiendo los canales de distribución.

Esto limitaba la competencia y la capacidad de los artesanos para llegar a nuevos mercados, reduciendo así las posibilidades de expansión comercial.

5. Protección de intereses gremiales:

Las decisiones dentro de los gremios se tomaban en beneficio de sus miembros, priorizando la estabilidad y la protección de sus intereses a corto plazo.

Esto podía ir en contra de la innovación, la adaptación a las nuevas tendencias del mercado y la búsqueda de mayor eficiencia, factores claves para la expansión comercial.

En resumen, los gremios artesanales, si bien cumplían un papel importante en la organización y el control de la calidad de la producción, también representaban obstáculos para la expansión del comercio de productos manufacturados debido a su rigidez, las restricciones al acceso y la comercialización, y la priorización de los intereses gremiales por sobre la innovación y la adaptación a las nuevas demandas del mercado.

Explicación:

Respuesta:

A fines de la Edad Media y durante la Edad Moderna, en las ciudades andaluzas, como en el resto de las de España y Europa, predominó un tipo de asociaciones corporativas artesanales, los gremios, que reunían a los artesanos de un mismo oficio en torno a intereses comunes y con un objetivo de mutua protección. Este modelo fue también implantado en las ciudades de la América colonial.

La organización de los gremios respondía a los principios de privilegio corporativo, exclusivismo y reglamentación minuciosa de la actividad laboral, tres aspectos íntimamente ligados entre sí. Al obtener el privilegio de producir y vender en exclusiva sus productos en el ámbito de la ciudad, los gremios se defendían contra el intrusismo laboral y se garantizaban el control del mercado local. En paralelo, imponían a sus miembros mecanismos igualitarios que impedían el enriquecimiento de unos artesanos a costa del empobrecimiento de otros. Las ordenanzas gremiales regulaban con detalle todos los aspectos de la actividad de la corporación: las materias primas y su distribución, el tipo de productos y su calidad, el acceso a las diferentes categorías laborales, etcétera. Los gremios se dotaban también de cofradías, que actuaban como mecanismos de previsión social para atender las necesidades de los artesanos enfermos y eventualmente los gastos de sus funerales.

Los gremios se articulaban en torno a tres niveles laborales: los maestros, que eran los dueños de los talleres y quienes controlaban en realidad la vida corporativa; los oficiales, que trabajaban para los maestros a cambio de un salario, y los aprendices, que entraban al servicio de los maestros por un determinado número de años a cambio del aprendizaje del oficio. El paso de unas a otras categorías se llevaba a cabo mediante la realización de exigentes exámenes prácticos a cargo de los examinadores del gremio, en los que los candidatos debían demostrar su pericia y suficiencia en el oficio.

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