¿La cuestión de los obreros respecto a la cuestión económica?

Las relaciones con el movimiento obrero
La principal expectativa de la elite dirigente en relación con la refor
ma electoral
de
1912
había sido que esa reforma
incorporara a los
obreros al sistema político y
debilitara la fuerza
de las organizacio
nes obreras que proponían medidas
de
acción directa para obtener
mejoras en sus condiciones de trabajo y de vida. Pero, durante el
transcurso del primer gobierno radical, los conflictos y las luchas
obreras pusieron en evidencia que tal expectativa no se había cum-
plido. Por un lado, el mayor o menor grado de movilización de los
obreros dependía del nivel de satisfacción que los gobiernos daban
a sus reclamos; por otro, como el funcionamiento de la economía
primaria exportadora estaba basada en el mantenimiento del bajo
costo de la mano de obra, los grupos sociales que controlaban el
sector exportador no estuvieron dispuestos a otorgar aumentos de
salarios ni a aceptar leyes que establecieran y protegieran los dere-
chos de los trabajadores.
Después de 1914, el enfrentamiento entre los obreros y los capita-
listas se agravó porque la situación económica de los obreros urbanos
se deterioró notablemente, primero por la desocupación y luego por
la inflación. Entre 1917 y 1919, el número de huelgas y de obreros que
participaban en ellas fueron mayores a los máximos alcanzados en
1987 y 1910. Ante esta situación, el gobierno radical se enfrentó nue-
vamente con una contradicción entre sus objetivos. Débía proteger
los intereses de los sectores propietarios y, al mismo tiempo, debía to-
mar medidas
que aseguraran el voto de los obreros al partido radical.
El gobierno advertía con preocupación que los trabajadores nativos
votaban
mayoritariamente al Partido Socialista, decisión que otorga-
ba a ese partido el
control de la ciudad de Buenos Aires.

Respuesta :

Respuesta:

económicamente pobres de nada

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