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Las aparatologías faciales pueden clasificarse según su funcionamiento y tecnología aplicada:

1. Mecánicas: Incluyen dispositivos que utilizan movimientos físicos, como microdermoabrasión con puntas de diamante o cepillos rotatorios para limpieza facial.

2. Electromagnéticas: Estos aparatos utilizan campos electromagnéticos para diversos tratamientos, como la radiofrecuencia para estimular el colágeno o los tratamientos con microcorrientes para tonificar los músculos faciales.

3. Eléctricas: Engloba dispositivos que funcionan con corriente eléctrica, como los equipos de iontoforesis para la penetración de principios activos en la piel.

4. Térmicas: Utilizan calor controlado para diversos efectos en la piel, como la estimulación del colágeno mediante radiofrecuencia o la terapia con láser.

5. Químicas: Involucran el uso de sustancias químicas para exfoliar, rejuvenecer o tratar la piel, como los peelings químicos.

Estos son algunos ejemplos de tecnologías utilizadas en aparatologías faciales, cada una diseñada para diferentes objetivos y tipos de tratamiento cosmético o terapéutico.