Respuesta:
Las Cruzadas estimularon el comercio de varias maneras. En primer lugar, el establecimiento de estados cruzados en el Levante creó nuevos centros comerciales. Por ejemplo, el Reino de Jerusalén, fundado en 1099, se convirtió en un punto de encuentro crucial entre Oriente y Occidente. Según el historiador Joshua Prawer en su obra "The Crusaders' Kingdom" (1972), el puerto de Acre se transformó en un emporio internacional para el intercambio de especias, sedas y otros bienes de lujo.
En segundo lugar, las Cruzadas abrieron nuevas rutas comerciales marítimas. Las ciudades-estado italianas, como Venecia y Génova, aprovecharon esta oportunidad para establecer redes comerciales que conectaban Europa con el Levante y más allá. Como señala David Abulafia en "The Great Sea" (2011), estas rutas no solo facilitaron el comercio de mercancías, sino también el intercambio de ideas y tecnologías.
Finalmente, las Cruzadas introdujeron a los europeos a nuevos productos y tecnologías orientales. Textiles finos, especias exóticas y técnicas avanzadas de fabricación de vidrio y papel se difundieron en Europa. Al mismo tiempo, innovaciones europeas en arquitectura militar y construcción naval llegaron al Medio Oriente.
