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En una noche estrellada, mientras observaba el cielo desde su pequeño telescopio en la Tierra, Marcos, un astrónomo aficionado, notó algo inusual: una estrella que brillaba con una intensidad desconocida. Fascinado, decidió enviar un correo a la Agencia Espacial Internacional (AEI), donde trabajaba su amigo Pedro, un astronauta con años de experiencia.
Pedro, siempre en busca de nuevas aventuras espaciales, leyó el mensaje de Marcos y decidió llevar la observación a la atención de sus superiores. Tras varios análisis, la AEI concluyó que la estrella era un fenómeno inexplicable y decidió enviar una misión para investigar.
Pedro fue seleccionado para liderar la expedición, que también incluía a científicos de varias disciplinas. La misión tenía un destino: Marte, para establecer una base desde la cual se podrían realizar observaciones más detalladas de la misteriosa estrella. Mientras el equipo se preparaba, nadie podía imaginar lo que les esperaba.
Después de meses de viaje, el equipo llegó a Marte y comenzó a instalar sus equipos. Una noche, mientras Pedro observaba la estrella desde la superficie marciana, notó algo aún más sorprendente: una señal intermitente proveniente de la estrella. Decidido a investigar más a fondo, envió la información a la AEI, que rápidamente descifró el mensaje. Era una coordenada que apuntaba a Júpiter.
La AEI, intrigada y cautelosa, autorizó una segunda misión con destino a Júpiter. Pedro y su equipo, sin perder tiempo, se dirigieron al gigantesco planeta gaseoso. Al acercarse a Júpiter, descubrieron una nave espacial alienígena flotando en su órbita. Asombrados y un poco temerosos, establecieron contacto con la nave.
Para su sorpresa, los alienígenas eran una especie avanzada y pacífica que había estado observando la Tierra y sus habitantes durante milenios. Ellos eran los responsables de la señal desde la estrella, un faro diseñado para guiar a los humanos hacia ellos. Los alienígenas explicaron que Marte y Júpiter eran puntos clave en su plan para unirse con la humanidad en una alianza interplanetaria.
Pedro, maravillado por el descubrimiento, acordó trabajar junto a los alienígenas. Con la ayuda de los nuevos aliados, el equipo de la AEI comenzó a construir una corte espacial en Marte, un lugar donde representantes de la Tierra y la civilización alienígena pudieran reunirse y trabajar juntos por el bien común.
Mientras tanto, en la Tierra, Marcos continuaba observando el cielo con su telescopio, sin saber que su curiosidad había desencadenado una serie de eventos que cambiarían el curso de la historia humana para siempre. Cada noche, al mirar las estrellas, sonreía, imaginando las increíbles aventuras que su amigo Pedro debía estar viviendo en el vasto e infinito espacio.
en una noche llena de estrellas apareció una alienígena en el cielo y un astronauta se dirigió directamente a Marte pero no encontró nada entonces se fue para Júpiter tampoco encontrar nada en una corte espacial .
desde ahí apareció un hombre en la tierra era diferente a los demás era raro pero pasivo