1. Nutrientes esenciales: Los alimentos saludables son ricos en vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas saludables que son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo.
2. Alto contenido de fibra: Los alimentos saludables suelen ser ricos en fib, lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, controlar el peso y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
3. Bajos en grasas saturadas y azúcares añadidos: Los alimentos saludables tienden a ser bajos en grasas saturadas, grasas trans y azúcares añadidos, lo que contribuye a mantener niveles de colesterol y azúcar en sangre saludables.
4. Altos en antioxidantes: Los alimentos saludables suelen ser ricos en antioxidantes, que ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
5. Bajo en sodio: Los alimentos saludables tienden a ser bajos en sodio, lo que es beneficioso para la salud cardiovascular y la presión arterial.
6. Ingredientes naturales: Los alimentos saludables suelen estar compuestos por ingredientes naturales y frescos, evitando aditivos artificiales y procesados en exceso.