La conmemoración del Día Internacional del Trabajo se originó en la segunda mitad del siglo XIX, un periodo caracterizado por el auge industrial que, a su vez, fue sinónimo de largas jornadas de trabajo y bajos salarios para los empleados.
La necesidad de reformas laborales llevó a los trabajadores a organizarse en sindicatos, buscando formar una fuerza colectiva capaz de luchar por sus derechos. Entre los eventos clave en este camino hacia la reivindicación laboral, destaca el acuerdo alcanzado durante el IV Congreso de la Federación Americana del Trabajo, celebrado en Chicago en 1886, que abogaba por la jornada laboral de ocho horas.
Este acuerdo catalizó movilizaciones en varias ciudades de Estados Unidos, con miles de obreros demandando su implementación efectiva. A raíz de estas acciones y del crecimiento del movimiento obrero, en 1890 se realizó una reunión internacional donde se subrayó la importancia de establecer una entidad dedicada a la protección de los derechos laborales a nivel mundial, lo que eventualmente conduciría a la fundación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Esta historia de lucha y solidaridad es el motivo por el cual el 1 de mayo se ha convertido en una fecha emblemática para la clase trabajadora global, sirviendo tanto de celebración por los derechos adquiridos como de recordatorio de las reivindicaciones pendientes.
El 1 de mayo, conocido mundialmente como el Día Internacional del Trabajo, se celebra en Colombia con amplias manifestaciones en las calles de sus principales ciudades. Este día, declarado festivo, ve a trabajadores colombianos unirse en una voz colectiva para demandar condiciones laborales más justas, una tradición que se repite año tras año en metrópolis como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga.
Las movilizaciones son frecuentemente organizadas y respaldadas por diversos sindicatos del país, marcando así una fecha de gran significancia para el movimiento obrero colombiano.
