Me sirve una historia inventada pero que parezca real. Ni mis abuelos saben de sus abuelo, ¿como voy a saberlo yo?

¿Quienes fueron los abuelos de tus abuelos?
¿Donde vivian y a que se dedicaban?​

Respuesta :

Mis abuelos nunca supieron mucho sobre sus propios abuelos, y mucho menos yo. La historia de mis antepasados se pierde en las brumas del tiempo, enterrada en viejos documentos y recuerdos borrosos de familiares lejanos.

Según lo que se cuenta, mis bisabuelos paternos eran de un pequeño pueblo en las montañas de Colombia llamado Santa Lucía. Se dedicaban al cultivo de café, una tradición que había pasado de generación en generación. La vida en las fincas cafetaleras era dura pero satisfactoria, y ellos eran conocidos por su diligencia y habilidades agrícolas.

Por otro lado, mis bisabuelos maternos vivían en la costa atlántica de Colombia, en un pueblo pesquero llamado Puerto Esperanza. Eran pescadores de corazón, cuyas vidas giraban en torno al mar y a las rutinas diarias en las aguas turbulentas del Caribe. Su existencia estaba marcada por las mareas y las temporadas de pesca, una vida simple pero llena de historias de marinos y aventuras.

Desafortunadamente, los detalles exactos sobre sus vidas y sus historias personales se han perdido con el paso de los años. Las pocas fotografías en blanco y negro y algunas cartas antiguas son todo lo que queda de su legado, dejando a las futuras generaciones como yo con la incertidumbre de conocer más sobre nuestras raíces familiares.

Así, la historia de mis bisabuelos se convierte en un misterio perdido en el tiempo, recordándome que a veces, incluso en la era de la información, algunas historias familiares permanecen envueltas en el misterio.