Sí, hay obligación de cumplir la penitencia que te pone el sacerdote. En la tradición católica, la penitencia es parte del sacramento de la confesión o reconciliación. Cuando confiesas tus pecados, el sacerdote te asigna una penitencia como acto de reparación por tus pecados. Cumplir con esta penitencia es una muestra de arrepentimiento y un paso hacia la reconciliación con Dios y con la comunidad de la Iglesia.