Respuesta :

En lo profundo del bosque de abetos, donde los rayos del sol apenas se filtraban entre las espesas ramas, vivía una pequeña comunidad de animales. Entre ellos, el más sabio era el viejo búho Olin. Con ojos penetrantes que parecían haber visto siglos de historia, Olin observaba desde su imponente árbol a todos los habitantes del bosque.

Un día, un zorro joven y audaz llamado Zephyr decidió explorar más allá de los límites conocidos del bosque. Movido por la curiosidad y el deseo de probar su valentía, se aventuró hacia territorios desconocidos. El búho Olin, desde lo alto de su árbol, siguió con interés los movimientos del zorro, sabiendo que el joven estaba a punto de enfrentarse a desafíos que solo la experiencia podría enseñarle.

Zephyr pronto se encontró con un arroyo rápido y caudaloso que bloqueaba su camino. No tenía miedo del agua, pero el ruido ensordecedor y la fuerza de la corriente le hicieron dudar por un momento. En ese instante de vacilación, una nutria vieja y sabia llamada Lila emergió de entre las rocas. Con voz suave pero firme, le dijo al zorro cómo cruzar con seguridad y dónde encontrar el paso menos peligroso.

Animado por el consejo de Lila, Zephyr continuó su camino hacia un prado soleado donde encontró a un cervatillo solitario. La criatura temblorosa le contó sobre su madre enferma