Texto I Los delitos que se cometen contra personas indefensas siempre causan indignación. Esta se incrementa cuando las víctimas son menores de edad y cuando los crímenes involucran una grave afectación a la vida, la integridad física y la libertad sexual. Sin embargo, la rabia natural que se desprende al conocer estos hechos y sus detalles es mala consejera en el momento de plantear soluciones para enfrentarlos. A título personal, me opongo a la pena de muerte por cuestiones de principio. Con