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Valoración de Enfermería

Factores de riesgo:

Las principales causas de inmovilidad en el adulto mayor son la falta de fuerza o debilidad, la rigidez, el dolor, alteraciones del equilibrio, reposo prolongado en cama, caídas, fractura de cadera y problemas psicológicos, entre otros.

El px geriátrico presenta una serie de características especiales que obligan a valorar y detectar problemas médicos, funcionales, psicológicos y sociales.

Etiquetas dx de riesgo en el paciente con síndrome de inmovilidad

• Riesgo de caídas

• Riesgo de deterioro de la integridad cutánea

• Riesgo de disfunción neurovascular periférica

• Riesgo de estreñimiento

• Riesgo de síndrome de desuso

• Riesgo de aislamiento social

Problemas interdependientes secundarios al síndrome de inmovilidad

• Trombosis venosa profunda

• Úlceras por Presión

• Constipación

• Riesgo de alteración del patrón respiratorio

• Riesgo de Sarcopenia

• Riesgo de Contracturas articulares

• Riesgo de depresión

Intervenciones de Enfermería para la prevención de complicaciones relacionadas y secundarias al síndrome de inmovilidad

Riesgo de caídas

• Conocer el historial de caídas previas.

• Evaluar el riesgo de caídas en el paciente teniendo en cuenta su estado mental y nutricional, uso de medicación, marcha, conocimientos sobre prevención de lesiones, habitaciones oscuras, exceso de muebles.

• Evaluar el riesgo de caídas utilizando una escala validada en pacientes institucionalizados.

• Establecer precauciones especiales en pacientes con alto riesgo de lesiones como utilizar barandillas laterales de longitud y altura.

• Identificar déficit cognoscitivo o físico del paciente que pueda aumentar la posibilidad de caídas en un ambiente dado.

• Tener presente los efectos adversos de los medicamentos durante la administración de los mismos.

Riesgo de deterioro de la integridad cutánea

• Realizar la valoración de riesgo inmediatamente al ingreso y de forma periódica.

• Para valorar el riesgo es preciso de utilizar las escalas validadas.

• Realizar cambios posturales y mantener la alineación corporal y fisiológica.

• Utilizar ácidos grasos hiperoxigenados en las zonas de riesgo de úlceras por presión.

• Utilizar sistemas de alivio local de la presión, como apósitos hidrocelulares anatómicos, almohadillas especiales de gel o botines específicos, cuando se dispongan de ellos.

• Utilizar protectores de codo, almohadillas y taloneras.

• Realizar cuidados a la piel a todos aquellos pacientes hospitalizados.

Riesgo de estreñimiento

• Realizar ejercicios respiratorios con inspiraciones profundas y espiración frenada, acompañadas de los miembros superiores, utilizar técnicas del soplido y tos controlada

Riesgo de síndrome de desuso

• Revisión de fármacos que provoquen estreñimiento, fomentar la ingesta de fibra y de agua, realizar actividad física regular y reeducación intestinal.

• Auscultar el peristaltismo.

Úlceras por Presión

• Planificar el tratamiento y evaluar su eficacia, conviene hacer una valoración inicial de las úlceras por presión para comprobar:

o Estadio o profundidad.

o Localización.

o Área de la superficie (longitud x anchura) (mm2, cm2).

o Olor.

o Fístulas / cavernas / tunelización.

o Exudado.

o Aspecto del lecho de la herida.

o Estado de la piel circundante (piel que rodea la herida) y los bordes de la herida.

• Valorar la localización, la frecuencia y la intensidad del dolor para determinar la presencia de una enfermedad subyacente, la exposición de las terminaciones nerviosas, la eficacia de los cuidados de las lesiones locales y las necesidades psicológicas.

• Llevar a cabo una revaloración semanal completa para determinar el progreso de la herida y la eficacia del plan de tratamiento.

• No utilizar limpiadores o agentes antisépticos (como povidona yodada, yodóforo, solución de hipoclorito de sodio, agua oxigenada, ácido acético) para limpiar las úlceras.

• No es recomendable utilizar antisépticos de manera rutinaria en la limpieza de lesiones crónicas.

• Limpiar las heridas cada vez que se cambian los apósitos.

• El líquido que se utilice para la limpieza debe calentarse como mínimo hasta temperatura ambiente.

• Cambiar de posición a medida que el paciente pueda tolerarlo.

• Proteger las úlceras por presión de las fuentes de contaminación, como materias fecales.

• Al tratar las úlceras por presión, seguir las precauciones estándar.

• Sólo se recomienda el uso de antibióticos sistémicos cuando existe diseminación de la infección.

Ver imagen YasukeIkagami
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