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Grupos tan disímiles pueden conspirar contra una figura como Montero debido a varios factores, a menudo relacionados con intereses comunes, amenazas percibidas y dinámicas de poder. Aquí hay algunas razones por las cuales grupos con posturas muy diferentes podrían unirse en una conspiración:
1. **Intereses Comunes Temporales**: Aunque sus objetivos finales sean diferentes, los grupos pueden encontrar un terreno común en ciertos aspectos a corto plazo. Por ejemplo, tanto un grupo conservador como uno progresista podrían ver a Montero como un obstáculo para sus respectivas agendas y decidir cooperar temporalmente para removerlo.
2. **Percepción de Amenaza Común**: Montero podría ser visto como una amenaza significativa para diferentes grupos, ya sea por sus políticas, su influencia o su poder. Esta amenaza compartida puede unir a grupos que, de otro modo, serían adversarios.
3. **Dinamismo Político**: La política a menudo crea alianzas inesperadas. Grupos pueden creer que uniendo fuerzas temporalmente pueden lograr un cambio en el equilibrio de poder que les beneficie a largo plazo, incluso si luego vuelven a ser rivales.
4. **Manipulación y Estrategia**: Algunos líderes o estrategas dentro de los grupos podrían ver la conspiración como una táctica para debilitar a Montero y aprovechar la oportunidad para avanzar sus propios intereses, sabiendo que la colaboración no necesita ser permanente.
5. **Discrepancias Internas**: Dentro de los grupos disímiles, puede haber facciones que están más dispuestas a comprometer sus principios para lograr un objetivo común inmediato, como deshacerse de Montero.
6. **Factores Externos**: Presiones externas, como influencias internacionales, crisis económicas, o cambios sociales, pueden forzar a los grupos a reconsiderar sus alianzas y estrategias, llevando a colaboraciones inesperadas.
Estos factores, individualmente o combinados, pueden explicar por qué grupos con posturas muy diferentes se unirían contra una figura como Montero. Las dinámicas de poder y los intereses estratégicos a menudo superan las diferencias ideológicas cuando se percibe un enemigo común.