Respuesta :

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Había una vez, en una verde y pacífica granja, tres amigos muy especiales: un zorro astuto llamado Zico, un pavo real presumido llamado Pablo, y una vaca tranquila llamada Violeta. Aunque sus personalidades eran muy diferentes, disfrutaban de su compañía y siempre encontraban maneras de divertirse juntos.

Una mañana soleada, Zico, Pablo y Violeta decidieron explorar el bosque cercano. Pablo, con su majestuoso plumaje, lideraba el camino, mostrando sus colores brillantes cada vez que el sol los iluminaba. Violeta, con su paso lento y constante, seguía a Pablo, mientras Zico, ágil y curioso, se deslizaba entre los árboles.

De repente, encontraron un claro en el bosque donde una gran roca sobresalía del suelo. Pablo, siempre ansioso por mostrar sus habilidades, decidió que era el lugar perfecto para hacer una exhibición de sus plumas. Subió a la roca y desplegó su cola en un abanico de colores, girando lentamente para que todos pudieran admirarlo.

Zico, divertido, propuso un juego. "¿Qué tal si hacemos un concurso de talentos? Pablo puede mostrar sus plumas, Violeta puede hacer un truco, y yo puedo demostrar mi astucia."

Violeta sonrió y dijo: "Está bien, Zico. Pero ¿qué truco puedo hacer yo?"

Zico pensó un momento y respondió: "Podrías demostrar tu fuerza empujando esa roca grande."

Violeta aceptó el desafío. Con determinación, se colocó al lado de la roca y, con un gran esfuerzo, la empujó lentamente hasta que se movió unos centímetros. Pablo aplaudió con sus alas, impresionado por la fuerza de Violeta.

"¡Mi turno!" exclamó Zico. Rápidamente, encontró un tronco hueco cercano y se escondió en su interior. "Voy a demostrar cómo un zorro puede escabullirse y esconderse sin ser visto."

Pablo y Violeta miraron a su alrededor, tratando de encontrar a Zico. Después de unos momentos, Zico salió de su escondite, sonriendo ampliamente. "¡Aquí estoy! Ni siquiera supieron dónde estaba."

Los tres amigos rieron y se felicitaron mutuamente. Aunque cada uno tenía talentos únicos, se dieron cuenta de que sus diferencias los hacían especiales y complementaban su amistad.

Después de su pequeño concurso, decidieron regresar a la granja, felices de haber compartido otra aventura juntos. Desde ese día, siguieron explorando, jugando y aprendiendo unos de otros, sabiendo que su amistad era lo más valioso de todo.

Explicación:

es muy infantil la historia pero está bien ¿si?