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Las palabras de Jesús a Juan, "He aquí a tu madre", se encuentran en el Evangelio según Juan, capítulo 19, versículo 27. En este pasaje, Jesús está en la cruz y dirige estas palabras a Juan, el discípulo amado, refiriéndose a María, la madre de Jesús. Jesús encomienda a Juan el cuidado de María como si fuera su propia madre, y a María el cuidado de Juan como si fuera su propio hijo.

Este evento tiene varias implicaciones y enseñanzas importantes:

1. **Cuidado filial y comunitario:** Jesús muestra su preocupación por el bienestar de su madre María, incluso en el momento de su agonía en la cruz. Este acto subraya la importancia del cuidado y el apoyo mutuo dentro de la comunidad cristiana.

2. **Maternidad espiritual:** María es considerada madre espiritual de todos los creyentes, no solo de Juan. Esta maternidad espiritual simboliza el papel de María como intercesora y protectora de los cristianos, ofreciendo consuelo y apoyo espiritual.

3. **Unidad y familia espiritual:** Jesús, al unir a María y a Juan, establece un modelo de comunidad y unidad entre los discípulos. Esto enseña la importancia de la solidaridad y el cuidado mutuo dentro de la familia espiritual de los seguidores de Jesús.

4. **Ejemplo de amor y obediencia:** Juan, al aceptar a María como su madre, muestra un acto de obediencia y amor hacia Jesús. Este ejemplo invita a los creyentes a vivir en una relación de amor y obediencia tanto hacia Dios como hacia los demás miembros de la comunidad cristiana.

En resumen, las palabras de Jesús a Juan respecto a María no solo tienen un significado personal y familiar, sino que también tienen una dimensión comunitaria y espiritual que resalta la importancia del cuidado mutuo y la unidad en la fe cristiana.