Respuesta :
La composición de la sangre cambia significativamente al entrar y salir de los órganos debido a las funciones metabólicas y de intercambio de gases que ocurren en estos. Aquí hay una descripción general de estos cambios:
1. Oxígeno y Dióxido de Carbono:
Al entrar en los órganos (sangre arterial):
Alta concentración de oxígeno (O₂).
Baja concentración de dióxido de carbono (CO₂).
Al salir de los órganos (sangre venosa):
Baja concentración de oxígeno (O₂), ya que el oxígeno ha sido utilizado por las células para la respiración celular.
Alta concentración de dióxido de carbono (CO₂), un producto de desecho del metabolismo celular.
2. Nutrientes:
Al entrar en los órganos:
Alta concentración de nutrientes como glucosa, aminoácidos, ácidos grasos, y otras sustancias necesarias para el metabolismo celular.
Al salir de los órganos:
Reducción en la concentración de estos nutrientes, ya que han sido utilizados por las células del órgano.
3. Productos de Desecho:
Al entrar en los órganos:
Baja concentración de productos de desecho metabólico.
Al salir de los órganos:
Alta concentración de productos de desecho como urea, ácido úrico, creatinina, y otros metabolitos que deben ser eliminados por los riñones y el hígado.
4. Hormonas:
Al entrar en los órganos:
Puede tener niveles variables de hormonas dependiendo de la necesidad del cuerpo.
Al salir de los órganos:
Puede tener niveles alterados de hormonas, ya que algunos órganos endocrinos liberan hormonas directamente en la sangre.
5. Calor:
Al entrar en los órganos:
La sangre tiene una temperatura más baja.
Al salir de los órganos:
La sangre puede tener una temperatura ligeramente más alta debido a la producción de calor metabólico.
Ejemplos Específicos:
Pulmones:
Al entrar: Sangre rica en CO₂ y pobre en O₂.
Al salir: Sangre rica en O₂ y pobre en CO₂.
Riñones:
Al entrar: Sangre con productos de desecho como urea.
Al salir: Sangre filtrada con menos productos de desecho.
Hígado:
Al entrar: Sangre rica en nutrientes absorbidos del intestino.
Al salir: Sangre con menos nutrientes y más productos de desecho metabólico.
Estos cambios son cruciales para el mantenimiento de la homeostasis y la eficiencia de las funciones corporales.