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Las legiones romanas fueron las principales unidades militares del ejército romano, que jugaron un papel crucial en la expansión y el mantenimiento del Imperio Romano. Estas legiones estaban compuestas por ciudadanos romanos, que eran entrenados y equipados para luchar en batallas terrestres. Las legiones romanas eran conocidas por su disciplina, organización y táctica, lo que les permitió conquistar y controlar vastos territorios en Europa, Asia y África.

La estructura de una legión romana estaba dividida en cohortes, manípulos y centurias. Cada legión estaba comandada por un legado, que era un oficial experimentado y de alto rango. Las legiones también contaban con tropas auxiliares, como arqueros y caballeros, que apoyaban a las tropas regulares en el campo de batalla.

Las legiones romanas eran famosas por sus tácticas innovadoras y su uso de tecnología avanzada, como catapultas y máquinas de asedio. También eran conocidas por su capacidad para construir fortificaciones y campamentos, lo que les permitía establecer bases seguras en territorio enemigo. Además, las legiones romanas eran apoyadas por una red de carreteras y puentes, que les permitían moverse rápidamente y eficientemente por el imperio.

A lo largo de la historia, las legiones romanas jugaron un papel clave en la expansión del Imperio Romano, conquistando territorios en Europa, Asia y África. También participaron en batallas famosas, como la Batalla de Zama y la Batalla de Alesia. Sin embargo, con el tiempo, las legiones romanas comenzaron a declinar en número y calidad, lo que contribuyó al declive del Imperio Romano.

En resumen, las legiones romanas fueron una parte fundamental del ejército romano y jugaron un papel crucial en la expansión y el mantenimiento del Imperio Romano. Su disciplina, organización y táctica les permitieron conquistar y controlar vastos territorios, y su legado sigue siendo estudiado y admirado por historiadores y militares de todo el mundo.

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Respuesta: Las legiones romanas fueron la unidad militar básica del ejército romano, compuestas por ciudadanos entrenados que desempeñaron un papel clave en el éxito militar de Roma. Estas unidades evolucionaron a lo largo del tiempo, pero generalmente consistían en infantería pesada organizada en cohortes, centurias y manípulos, apoyada por infantería ligera, caballería y armas de asedio.

Durante la República romana, las legiones eran levas ciudadanas temporales, activadas para campañas específicas y licenciadas al concluir estas. A partir del siglo I a.C., la legión romana se mantuvo activa mucho después de acabada la campaña por la que se activó, y sus efectivos iban siendo renovados.Cuando César Augusto fundó el Imperio romano en el año 30 a.C., procedió a disolver a más de 50 de las legiones existentes, formando el núcleo del primer ejército Imperial con las restantes 28.

La legión romana estaba comandada por un legado o legatus, un senador de alrededor de treinta años de edad que servía por tres años. Los subordinados inmediatos del legado eran seis tribunos militares elegidos: cinco oficiales regulares y el sexto, un noble representando al Senado. Por debajo de los tribunos se hallaban los centuriones, que tenían como subordinado a un optio, y por debajo se encontraba la masa de legionarios, entre otros especialistas como sacerdotes y músicos.

Uno de los símbolos más importantes de las legiones romanas era el águila romana, que se impuso como símbolo legionario por antonomasia a partir de la reforma de Mario alrededor del año 104 a.C. Las águilas se realizaban en metales nobles y se guardaban celosamente en el "aedes signorum" o santuario del campamento, siendo la pérdida de las águilas el mayor deshonor que podía sufrir un cuerpo legionario.

Durante el Bajo Imperio romano en el siglo IV, las legiones perdieron su papel de columna vertebral del ejército en favor de las unidades de caballería, pasando a tener la función de control estático de las fronteras del Imperio, custodiando las guarniciones fortificadas en el limes y zonas más propensas a las invasiones enemigas. Muchas legiones continuarían existiendo aún después de la deposición de los últimos emperadores a finales del siglo V