En conclusión, el Congreso de Viena fue un evento histórico fundamental en la reconstrucción de Europa después de las Guerras Napoleónicas. Este evento estableció un nuevo orden mundial en Europa y sentó las bases de la diplomacia moderna. Durante el congreso, líderes de las principales potencias europeas se reunieron en Viena para discutir y negociar los términos de un nuevo orden político. Entre los acuerdos más destacados se encuentran el restablecimiento de las fronteras anteriores a la Revolución Francesa, la compensación territorial y la creación de la Santa Alianza, una alianza entre Rusia, Prusia y Austria para preservar la paz en Europa. Este encuentro marcó un hito en la historia europea al buscar evitar conflictos futuros y garantizar la estabilidad política y territorial de los países involucrados.