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puede ser que en el caso de messi

Mateo era un niño que vivía en un pequeño pueblo donde los únicos estadios eran los campos de tierra y los balones, sus mejores amigos. Desde que tenía memoria, su pasión era el fútbol. Pasaba horas pateando una pelota imaginaria, driblando a las gallinas y marcando goles en una portería hecha de piedras

Soñaba con ser como sus ídolos, aquellos jugadores que veía en la televisión, haciendo malabares con el balón y anotando goles espectaculares. Cada noche, antes de dormir, cerraba los ojos y se imaginaba jugando en un estadio lleno de gente, escuchando los gritos de la multitud al celebrar sus goles

Un día, un equipo profesional visitó su pueblo para realizar unas pruebas. Mateo, con el corazón palpitando a mil por hora, se presentó. A pesar de su corta edad y su falta de experiencia, demostró una habilidad innata con el balón que sorprendió a todos los entrenadores

Fue seleccionado para formar parte de las inferiores del equipo. Al principio, le costó adaptarse a la ciudad y a la disciplina de los entrenamientos. Pero Mateo era un luchador y no se rindió. Con esfuerzo y dedicación, fue escalando posiciones hasta llegar al primer equipo

En su primer partido como titular, Mateo marcó un gol de chilena que dio la vuelta al mundo. Se convirtió en el ídolo de toda una nación y su historia inspiró a muchos niños a perseguir sus sueños

A pesar de la fama y el dinero, Mateo nunca olvidó sus raíces. Siempre que tenía la oportunidad, volvía a su pueblo para jugar con sus amigos de la infancia. Y por las noches, cuando el cielo estaba despejado, salía al campo y levantaba la vista hacia las estrellas, recordando que había llegado tan lejos gracias a su pasión por el fútbol y a la ayuda de todos aquellos que creyeron en él