Su talento natural y su determinación fue esencial para su trayectoria impresionante desde joven, su dedicación y esfuerzo constante han sido fundamentales para su éxito.
Comenzó a practicar ciclismo a los 15 años de edad, gracias a que el exciclista ecuatoriano Juan Carlos Rosero se dedicó a cazar futuros talentos del ciclismo, especialmente en las áreas rurales de las provincias de Carchi y Sucumbíos.
Su familia jugó un papel crucial en su desarrollo. Su madre, vendió su ganado para ayudar a financiar sus primeras competencias.
Crecer en las montañas de Ecuador le dio una ventaja natural en las competencias de ciclismo de montaña. Su familiaridad con el terreno montañoso le permitió desarrollar habilidades específicas que son cruciales para las carreras de larga distancia y alta altitud.
Y sobre todo, su resiliencia y facilidad de adaptarse.
