Respuesta:
El Nuevo Reino de Granada, establecido en 1538, tuvo un impacto significativo en la configuración política de América del Sur. Como una entidad administrativa del Imperio Español, contribuyó a la centralización y organización del poder colonial en la región. La creación de este virreinato en 1717 (reestablecido en 1739) permitió una mejor gestión y control de los vastos territorios que comprendían las actuales Colombia, Ecuador, Venezuela y Panamá. Esto facilitó el desarrollo de estructuras administrativas y la implementación de políticas económicas y sociales dictadas desde la metrópoli. Además, el virreinato fomentó la comunicación y el comercio entre diferentes regiones, estableciendo una red de ciudades que se convertirían en centros políticos y económicos clave. La influencia del Nuevo Reino de Granada perduró más allá de la época colonial, ya que las divisiones territoriales y administrativas establecidas durante su existencia influyeron en la formación de los estados nacionales sudamericanos tras las guerras de independencia.
