Respuesta:
Explicación:
Persona A: Hoy me siento como un barco a la deriva en medio del océano.
Persona B: ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué sientes que las olas te llevan de un lado a otro sin rumbo?
Persona A: Es el trabajo. Siento que estoy atrapado en un laberinto sin salida, buscando una luz que no aparece.
Persona B: Te entiendo. A veces, el camino se oscurece y es difícil ver el faro en la distancia. Pero recuerda, incluso la noche más larga tiene su amanecer.
Persona A: Tienes razón. Pero últimamente, mis días son como un cielo nublado, donde el sol apenas se asoma entre las nubes.
Persona B: Quizás necesites un momento para respirar, como un árbol en otoño que suelta sus hojas para renovarse. Tal vez necesites dejar ir algunas preocupaciones para florecer de nuevo en primavera.
Persona A: Eso suena reconfortante. Tal vez debo dejar que el viento se lleve las hojas muertas y esperar la nueva temporada.
Persona B: Exactamente. Y recuerda, incluso el río más caudaloso encuentra su calma al llegar al mar.
Persona A: Gracias. Conversar contigo es como un bálsamo para mi espíritu inquieto.
Persona B: Siempre estoy aquí para ayudarte a navegar tus tormentas. Después de todo, somos como estrellas en el mismo cielo, brillando juntos en la oscuridad.
