La esperanza de vida de los primeros seres humanos era significativamente más corta por varias razones entre esas se encuentran las siguientes
No había acceso a tratamientos médicos avanzados o antibióticos para combatir infecciones y enfermedades.
La vida diaria estaba llena de peligros, incluidos los ataques de animales y accidentes mientras cazaban o recolectaban alimentos.
Los cambios climáticos y desastres naturales podían ser mortales, ya que no tenían refugios seguros ni forma de predecir estos eventos.
La dieta dependía de la disponibilidad de alimentos, que podía ser escasa o inadecuada en términos de nutrientes esenciales.
Los enfrentamientos entre tribus o grupos por recursos eran comunes y a menudo resultaban en muertes.
La alta mortalidad infantil reducía la esperanza de vida promedio. Además, en algunas culturas, se practicaba el infanticidio por diversas razones.
Estos factores combinados hacían que la supervivencia fuera un desafío constante, lo que resultaba en una esperanza de vida más corta en comparación con la actualidad.