Respuesta:
Si en un mundo todos fueran inherentemente altruistas y nunca actuaran por interés propio, podríamos ver cosas como estas:
1. **Cooperación Total**: La gente trabajaría junta y se ayudaría mutuamente sin esperar nada a cambio. La cohesión social aumentaría, y muchos conflictos, que surgen de intereses egoístas, desaparecerían.
2. **Economía Justa**: Los recursos se distribuirían de manera equitativa. Las diferencias económicas extremas se reducirían, ya que los más ricos compartirían con los menos afortunados. Las empresas funcionarían para satisfacer las necesidades de todos en lugar de buscar ganancias.
3. **Innovación para el Bien Común**: La tecnología y el conocimiento se desarrollarían para mejorar la vida de todos, sin explotar a las personas ni dañar el medio ambiente. La colaboración en lugar de la competencia aceleraría el progreso.
4. **Cultura y Educación**: La cultura se centraría en la empatía y la comunidad. La educación sería accesible para todos, enfocada en el desarrollo integral y en contribuir al bienestar general.
5. **Posibles Desafíos**: Podría haber menos incentivos para el esfuerzo individual, pero esto se podría compensar con una motivación basada en el deseo de ayudar a los demás. Además, la coordinación en gran escala podría ser más difícil, ya que todos tendrían igual voz.
6. **Relaciones Fuertes**: Las relaciones personales serían sólidas y basadas en la confianza. No habría manipulaciones ni engaños, ya que todos actuarían con la mejor intención.
En resumen, sería un mundo muy armonioso y colaborativo, con una estructura social y económica diferente a la que conocemos, aunque con algunos desafíos en motivación y coordinación.
