Respuesta:
Porque la ética ayuda a construir y mantener la confianza entre empleados, clientes, proveedores y la comunidad. Además, la confianza es fundamental para una buena reputación y relaciones duraderas.
Un entorno ético va a fomentar una cultura de respeto y justicia. Lo que puede aumentar la satisfacción y la motivación de los empleados, reduciendo la rotación de personal y mejorando la productividad.