Explicación:
Un ejemplo clásico de retroalimentación negativa es la regulación de la temperatura corporal en los seres humanos.
Cuando la temperatura corporal aumenta por encima de los 37°C (el valor normal), el hipotálamo (el centro de control de la temperatura en el cerebro) detecta este cambio y activa una serie de mecanismos para disminuir la temperatura, como:
- Sudoración: el sudor se evapora y enfrió la piel
- Vasodilatación: los vasos sanguíneos se dilatan para permitir que el calor se disipe más fácilmente
- Reducción de la actividad metabólica: se reduce la producción de calor en el cuerpo
Estos mecanismos contrarrestan el aumento de temperatura y ayudan a restablecer la temperatura normal del cuerpo.
Por otro lado, cuando la temperatura corporal disminuye por debajo de los 37°C, el hipotálamo detecta este cambio y activa mecanismos para aumentar la temperatura, como:
- Temblores: se generan temblores para producir calor a través de la actividad muscular
- Vasoconstricción: los vasos sanguíneos se contraen para reducir la pérdida de calor
- Aumento de la actividad metabólica: se aumenta la producción de calor en el cuerpo
Estos mecanismos contrarrestan la disminución de temperatura y ayudan a restablecer la temperatura normal del cuerpo.
Este ejemplo ilustra cómo la retroalimentación negativa ayuda a mantener la homeostasis, es decir, el equilibrio interno del cuerpo.