Respuesta:
La vida física de Jesús, según la tradición cristiana, terminó cuando fue crucificado. Sin embargo, la creencia central del cristianismo es que su muerte no fue el final de su existencia. Los cristianos creen que Jesús resucitó al tercer día después de su crucifixión, lo que significa que continuó viviendo en una forma glorificada y divina. Esta resurrección es vista como una victoria sobre la muerte y una promesa de vida eterna para los creyentes.
Además, muchos cristianos creen que Jesús, después de su resurrección, ascendió al cielo y sigue vivo, interviniendo en la vida de los creyentes y en la historia del mundo desde su lugar junto a Dios. Por lo tanto, en la teología cristiana, la vida de Jesús no se terminó con su crucifixión; su resurrección y su presencia continua son fundamentales para la fe cristiana.
