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Según la mitología maya, Hunahpú e Ixbalanqué, después de que sus huesos fueran molidos y arrojados al río, fueron transformados en peces y luego resucitaron como seres humanos.

La leyenda cuenta que, después de su resurrección, Hunahpú e Ixbalanqué se disfrazaron de mendigos y viajaron por la tierra, realizando milagros y prodigios. Finalmente, se enfrentaron a los dioses del inframundo, Xibalbá, y los vencieron en una serie de pruebas y desafíos.

Como recompensa por su valentía y astucia, Hunahpú e Ixbalanqué fueron convertidos en el sol y la luna, respectivamente, y ascendieron al cielo para iluminar el mundo.

Esta leyenda es un ejemplo de la rica mitología maya y su simbolismo, que a menudo describe la lucha entre el bien y el mal, la vida y la muerte, y la transformación y el renacimiento.